Un estudio llevado a cabo por ABI Research a sacado a la luz los hábitos de consumo en torno a las aplicaciones de los usuarios de smartphones. Si bien hay apps de pago que bien merecen realizar un desembolso la mayoría de estos usuarios, entorno al 70%, gasta muy poco en la adquisición de aplicaciones o directamente no compra ninguna recurriendo siempre a las gratuitas.
De media un usuario de smartphone que suele comprar apps gasta al mes en aplicaciones unos 11€, cifra que desciende a los 7€ si tenemos en cuenta el total de usuarios, incluyendo también a los que no compran. Por lo que solo un 30% de usuarios suele tirar de tarjeta para comprar aquellas aplicaciones que realmente le parecen interesantes.
Ante estos datos el estudio concluye que el mejor modelo para los desarrolladores de aplicaciones es el freemium, es decir, aplicaciones gratuitas con ciertas limitaciones, para que si son del agrado del usuario y quiere disfrutar de todos sus servicios tenga que realizar una compra para tener la versión completa.